LA FACTORÍA DEL CONOCIMIENTO

Quito, Diciembre 16 del 2007

    La economía de los comienzos tiene algunos rasgos arbitrarios y a veces extraños. ¿Por qué comienza algo? El deseo, el azar y el desorden están entre las cosas que esperamos, sucedan, y que comienzan a ser parte de nuestros planes, por eso detrás del relato lógico existe otra cosa diferente al relato lógico. ¿Por dónde comenzar con el Libro de la fundamentación de la Factoría del Conocimiento? Iniciaremos por un relato lógico: el experimento de Newton sobre la naturaleza de la luz, punto de partida para indicar las orientaciones del trayecto de la Factoría del Conocimiento.

    La peste de 1665 obligó a la Universidad de Cambridge a cerrar sus puertas. En estos casi dos años de vacaciones obligadas, Isaac Newton hizo experimentos con la luz que modificaron las concepciones existentes al respecto. Por ejemplo, la creencia que la luz blanca era la luz en estado puro y que para obtener colores había que modificarla. La idea predominante de la época era la sostenida por Aristóteles: la luz era un “accident”, es decir un atributo de la materia.

    Primera lección, los caminos del inicio y de la continuación nunca son lineales y dicha digresión natural es la brecha a la construcción permanente. De los obstáculos, las pérdidas, el caos, podemos sacar ventaja como sistemas vivos.

    A los dos años de la peste se les llamaron anni mirabiles, por la cantidad y trascendencia de las ideas científicas que se produjeron. En este tiempo se encuentran escritos en relación con la invención del cálculo, la teoría de la gravedad, la dinámica planetaria y la teoría de la luz y el color. Pareciera que las invenciones y las genialidades solo pudieran nacer en sistemas caóticos.

    Newton oscureció su cuarto. Luego abrió un orificio pequeño a través del cual entraba un fino rayo de luz. Frente a éste puso un bloque de material transparente y vio que en la pared de enfrente se proyectaba un bonito arco iris. El material transparente torcía o “refractaba”. Si Newton ponía un segundo prisma de material transparente, volvía a obtener luz blanca. La conclusión fue: la luz blanca es una luz compuesta, contiene los  2 colores del arco iris –rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta- y éstos pueden separarse por medio del prisma.

    Segunda lección, la creación de espacios innovadores y de innovación como la Factoría del Conocimiento, pretenden hacer una mimesis del experimento de la naturaleza de la luz, es decir, convertirse en lugares en los que la luz se puede reflejar en sus múltiples colores; en otras palabras, ser un lugar para las múltiples, diversas y diferentes expresiones del conocimiento y de la vida. Pretender ser un prisma es pensar en las condiciones para que otros y otras puedan ser, pensar e innovar de otra manera.

    Además, sus experimentos sobre la naturaleza de la luz llevaron Newton a la conclusión de que la luz está formada por corpúsculos y se propaga en línea recta, teoría fuertemente criticada en su época, es especial por Hooke y Huygens, quienes sostenían la teoría ondulatoria. Solo en el siglo XX se aceptará la naturaleza dual de la luz, onda/corpúsculo con la Mecánica Cuántica.

    Tercera lección, quizás muchas expresiones, creaciones, ideas, proyectos actuales suelen vivir en el desfase del reconocimiento, es decir, muchas cosas solo se reconocen y se aceptan con el paso del tiempo. En el campo de la innovación, este es el mayor reto: aceptar innovar aún al saber que la regla del juicio está estrictamente ligada al pasado que la deforma. En tal sentido, la innovación en la Factoría del Conocimiento es un campo urgente con respecto al pasado, persistente por el peso del futuro y paciente con el juicio del presente.

    La siguiente reflexión nació en la interacción de los sueños e ideas de sus gestores pero desde el macroscopio de la actividad filosófica. Preguntado, escuchando, pensando, contemplando, delirando, todas estas acciones están juntas y éste es su resultado escrito.

    El texto está dividido en cuatro partes:

1. La cuestión institucional. ¿Qué institución del conocimiento para hoy?

2. La cuestión del pensar. ¿Cómo pensar hoy el conocimiento?

3. La cuestión del actuar. ¿Por qué no actuar linealmente?

4. La cuestión de la vida. ¿Para qué pensamientos articulados con la vida?

    Este libro es un homenaje a las personas que han creído, luchado, soñado por algo que se llama desde ahora LA FACTORÍA DEL CONOCIMIENTO, a ellos mi gratitud y esta humilde reflexión que pretende ser un faro de orientación en esta aventura tan fascinante que es conocer e innovar desde nuestros contextos.


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